Antología en la que participo formando dueto con el escritor: Nelson Urra Silva. Cada uno de los poemas expuestos en la misma tienen una única finalidad, la paz en el mundo.
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Efectos de la imagen realizados por Lucina Medina de Barry, sobre una de las imagenes tomadas del vídeo del programa "Te cito con letras" filmado en Málaga.
Biografías
Nelson Urra Silva, soñador errante, peregrino
de siete vidas, amigo de los amigos, eterno aprendiz de poeta, con un par de
libros impresos, otros en caminos, algunos Cd´s de poesía, colaborador para
medios impresos en Venezuela y Suecia, comparte su quehacer laboral,
escribiendo y contando historia de sus viajes...Actualmente conduce un programa
en señal virtual, Te cito con letras, en Suecia, su lugar de residencia, y
envía sus aportes a Calidoscopio en Argentina.
María del Carmen Tenllado Yuste,
nacida el 25 de junio de 1967 en Málaga al sur de España, en donde reside.
Viene participando en diferentes foros y redes sociales desde el año 2005 con
el pseudónimo de "Damablanca", en los cuales ha cosechado importantes
reconocimientos. Pero no será hasta Septiembre del 2012 que participará en
varias antologías poéticas publicadas en: Madrid, Argentina y Venezuela. Fiel
seguidora del programa "Te cito con letras" llevado por Nelson Urra,
en el que participa activamente con sus escritos.
Nívea Paloma.
Desciende desde los cielos
Por un sendero de gloria
Blanca pureza en su vuelo
Lleva plumaje de
terciopelo
Y una rama conciliadora
Pósate, nívea paloma !
En las ramas de mi alma
Adormece el sufrimiento
Que perturbar pueda, mi
calma
Tórnate en mi esperanza…
Maria del Carmen Tenllado.
Ha tomado una rama de
olivo…
Levando el símbolo
perfecto de la armonía global
Invitando a los hombres
y mujeres libres
Y de buenas costumbres,
A Construir la paz…
Sumando voluntades, que
acepten el reto final…
Vivir a plenitud con la
Libertad, donde reine
La Igualdad y la
Fraternidad… Siempre al amparo
De un abrazo sincero,
entre hermanos….
Nelson Urra.’.
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La paz es ave mensajera
La
paz es ave mensajera
poseedora
de la llave del amor,
vuela
libre sin hallar fronteras
abre
tu corazón, si acaso la dejas
liberando
su canto conciliador.
Ofrenda
sus alas...
a
quienes buscan en su peregrinar
sembrar
con sudor, la semilla sagrada
que
ilumine en otros el despertar
de
la verdad, en su incandescente llama.
Mostrando la hermosura de sus alas abiertas
dejando de manifiesto la invitación al llamado universal..
No sabe de fronteras y en casa sitio en conflicto
busca donde anidar esperanzas de paz...
A veces ante las inclemencias del frío...
otras en las calurosas zonas del desierto.
Vuela sin tregua, mostrando en su inocencia
el símbolo de la paz, en cada huella...
aterriza entre
sangrientos combates...
Solicitando el cese a las hostilidades...
Nelson Urra Silva & María del
Carmen Tenllado Yuste
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El hombre en su ignorancia.
Despojado de los atuendos, en la quietud del silencio...
Habito en el recuerdo de aquellos que visten de harapos
con mezquina ración, comparten miseria y pese a ello
la luz brilla en la espiritualidad de su ser...
Son centinelas del tiempo ante la adversidad,
y a diario siguen en el ritual de sabiduría espiritual...
Y me pregunto: ¿De qué valen todos estos ropajes, muebles,
alhajas y un puñado de monedas, carentes de valor?
y ante las injusticias, que no soy capaz de defender.
Hoy levanto la mirada, para contribuir con mis letras
para crear conciencia ciudadana, al encuentro de la paz...
Nelson Urra Silva
El hombre en su ignorancia apuesta por el materialismo,
olvidándose de si mismo, en pos de la abundancia...
Cree que las ganancias abren todos los caminos,
mas es efímero el cariño, que despierta con sus ansias.
Nada le parece suficiente y en su eterna arrogancia
ha de quitarle al pobre, hasta su más mísera manta,
dejando heridas en el alma que un día habrá de saldar.
Cree que lo tiene todo, pues vive en su necedad...
que se ha de marchar desnudo, jamás hecha cuentas,
pero la muerte no se vende, y abierta están sus puertas
para ricos y pobres, sin hacer distinción...
Siembra paz y amor, que a fin de cuentas, es tu única posesión.
María del Carmen Tenllado Yuste
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Por qué reina el silencio..?
Tendido sobre un viejo y aún
humeante colchón
Y con heridas en el lado
izquierdo del pecho.
Un mugriento vendaje, deja un
olor putrefacto.
Mi rodilla derecha descubierta
muestra el torrente
Sanguíneo vertido en una
sandalia que ha cambiado de color.
Lejos, más allá cerca de las
líneas férreas
Una hermosa mujer cuida de
nuestra hija,
Las bombas, los cohetes, los
aviones
La mantienen en delirio
constante y con fiebre
en sus largas horas de
insomnio, sin su padre.
Sin poder moverme desde los
escombros en que han convertido mi hogar
Escucho a la jauría de
mercenarios venidos a la despiadada matanza
Para ultrajar aún más la
miseria en la tierra de Gaza.
Me pregunto cuantas horas
faltan para la anhelada tregua ?
Cuántos hermanos palestinos
deben seguir muriendo aún ?
Mientras los organismos
inexistentes de voz y voto
No logran detener la escalada
cobarde contra la población civil.
Muchos hombres y mujeres libres
y de buenas costumbres
Diseminados sobre la faz de la
tierra. Se unen al clamor.
Tregua, tregua, tregua...
El
miedo se ha convertido es una constante presencia,
que
merodea día a día mi sombra, vistiéndola de luto.
He
despedido a mis seres amados entre el llanto y la impotencia,
de
saberles víctimas de una crueldad, que del dolor se alimenta.
Sigo
esperando que vuelva mi esposo, entre ruegos y oraciones,
apenas
quedan fuerzas, entre el hambre, la fiebre y sus temblores.
Protejo
a mi hijita en los brazos, intentando brindarle algo de paz
Esa,
que espero algún día mi pueblo, pueda abrazar.
Ya
asoma de nuevo la noche, y nada que comer…
amparo
a mi hijita en los brazos, cantándole con amor,
para
que no escuche las bombas que caen a nuestro alrededor,
por
fin se alejan los pájaros de fuego, los que siembran el terror.
Ya
no adivino estrellas en el cielo, ni lluvia divina que moje este suelo
solo
el resplandor que asesina, que enluta el alma sin consuelo…
Tras
la retirada, huele a carne quemada y a sangre derramada,
Sigo
sosteniéndote en mis brazos para darte calor…
Mas
hace horas que tu cuerpo yace frío, tu esencia se alejó
ya
no quedan más lágrimas… duerme mi niña, ¡yo te velaré!
Mientras
te canto una nana, verás que tu padre habrá de volver…
Tregua,
tregua, tregua …
Nelson
Urra Silva & María
del Carmen Tenllado Yuste
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Para y por la paz...
Hilvanando letras,
que esperan tu llegada...
Oh
Paz.....distante , lejana, inalcanzable
tejiendo
monosílabas, intento crear palabras
invento
metáforas imprecisas,
no
existen colores apropiados, ante la oscuridad
que nos priva de
sueños y esperanzas.
Me refugio en el
Báltico y acudo al Mediterraneo
Peninsular que
atiende mis suplicas...
Destruyendo decenas
de páginas me invento un rostro
y el velo del pesar,
no permite elevar mis oraciones.
Acudo junto a
miles....diseminados sobre la faz del planeta
llevo mis labios
desnudos, uniendo al clamor,
mi sed agónica,
desconociendo silencios y fronteras.
Me uno al clamor
universal... Paz, paz, paz.-
En el desorden,
intento componer los fragmentos
de un rompecabezas
que pareciera negarse a encajar.
Las piezas no son en
apariencia, del mismo tamaño y color
mas cada una de
ellas, tiene un lugar destinado, a huir del dolor.
Hemos que hallar la
clave, para hacerlas coincidir…
de tal manera, que
al componerlas, formen un mismo sentir.
Para y por la paz...
con la pureza del amor universal.
Cada uno de
nosotros, lleva la fragancia de la tierra en la piel,
la esencia del sol
guía en el día nuestros instintos por ser,
la lluvia calma la
sed y depura nuestro templo interior,
el fuego es la llama
espiritual que emerge con su poder sanador,
el aire es el
aliento divino que da vida a nuestro existir.
No intentemos buscar
la paz en otros caminos, pues al fin entendí
que todos los
recursos posibles... comienzan dentro de ti…
Nelson Urra Silva.’. &
María del Carmen Tenllado Yuste
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Vivenciando la paz
Subo a la montaña de la soledad, que me invita a soñar
miro alrededor y me asusta, tanto silencio...
A lo lejos asoman las miradas inocentes,
de quienes se suman a la vida...
Hemos siempre de darles la
bienvenida,
a quienes se incorporan en
este peregrinar
cada nacimiento, es un sagrado
enigma
que solo la existencia
podrá descifrar.
El concierto no es el mejor, para darles la bienvenida
me arrodillo, para
implorar adeptos....
Sumaremos voluntad y
sentimientos....
Quizás en este intento,
dejamos paz, en el camino...
La vida es un reto en su
complejo despertar,
hemos de buscar la paz,
dentro de nuestro templo
¡ardua tarea! que solo la
constancia ha de lograr,
extendiendo nuestras manos
amigas, para el dolor mitigar.
Será difícil, si no me
acompañas.... Pero tiendo mi mano
y dejo abiertas las
ventanas de mi corazón...
Serás la continuidad de
mis sueños, porque tienes mi sangre
y con ella, llevarás mi
ilusión...
Las semillas de nuestra
sangre abren sus ojos,
asomándose al espejo de
nuestro caminar,
nuestros hijos son la
esencia de la continuidad
y con ella… la alegría de
un nuevo transitar.
Nelson Urra Silva .’. &
María del Carmen Tenllado Yuste
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Por la paz...
Hay una
paloma, en cada uno de nosotros
cuya
pureza abriga la existencia del ser,
dejémosla
florecer, en su sendero ignoto
sanando
silencios rotos… para crecer.
Es así, en cada uno de
nosotros está el misterio bendito
con la pureza angelical,
que abriga esperanzas
si lo permitimos,
ampliaremos su radio de acción...
sumando voluntades, para
convertir en sueños...
Hay un
sentimiento, de abrazar al enemigo
brindándole
la esperanza de ser feliz,
enterrando
las armas en el olvido…
fecundando
el amor, desde su raíz.
Existe
el verbo divino para conjugarlo en todas direcciones
buscando
e irradiando felicidad donde no la hay
Sin más
armas que la voluntad solidaria
que nos
identifica como hermanos... Sin mezquindad.
Existe
una alianza que vibra en las almas,
himnos en
bonanza comparten su canción
no
importa el credo y aún menos la raza,
porque
todos nacemos, por la gracia de dios.
Las
almas seguirán la danza, en su vibrar
elevando
templo a las virtudes
respetando
según nuestras creencias,
la
opinión de quienes piensan distintos a nuestra visión.
Nelson Urra Silva .’. & María del Carmen Tenllado Yuste
